Los veterinarios sabemos que el diagnóstico de enfermedades oncológicas y dermatológicas es complicado. Muchas de estas patologías tienen presentaciones muy parecidas y diferenciarlas suponen todo un reto para nosotros.
Enfermedades como los mastocitomas, linfomas cutáneos, carcinomas de células escamosas, piodermas, infecciones por hongos, dermatitis,… presentan síntomas similares, lo que dificulta su identificación y tratamiento. Por eso es la mejor manera de comenter menos errores es usar la citología desde nuestra primera consulta para ayudar a diferenciar estas enfermedades y así poder tratar a los pacientes de forma adecuada.
Como sabéis, la citología permite el estudio de las células individuales obtenidas de una muestra clínica. Estas células se analizan para identificar patrones patológicos y características anormales de los tejidos. Este análisis nos permite encontrar enfermedades ocultas, como cáncer, infecciones bacterianas o fúngicas, enfermedades autoinmunes, etc..
Podemos establecer diferencias porque los patrones celulares de estas condiciones son diferentes. Por ejemplo, en el caso de un tumor, las células individuales pueden mostrar características anormales, como una forma irregular, un tamaño desigual o características de malignidad. Esto nos ayuda de manera muy importante a identificar el tipo de tumor, descartar problemas dermatológicos y a decidir el tratamiento adecuado.
Así que ya sabéis, la citología es una herramienta útil para ayudar a los veterinarios a diagnosticar y tratar adecuadamente enfermedades oncológicas y dermatológicas, ya que muchas de ellas tienen una presentación parecida.
Pero es verdad que la citología no es infalible, a veces no nos da un diagnóstico definitivo y hay que recurrir a la biopsia incisional. Si bien si tenemos una buena técnica esto es en las menos ocasiones.
Si os apetece aprender más sobre el tema podéis ver el vídeo de YouTube en el que hablamos de este tema con Sandra García.
Recodad que como veterinarios, es importante que seamos siempre ordenados al abordar nuestros casos clínicos, especialmente en oncología. Esto es así porque el tratamiento de cualquier cáncer es un proceso complicado, muchos de nuestros pacientes presentan otras enfermedades concomitantes y requiere una buena organización para lograr los mejores resultados, ya que a veces los pronósticos de nuestros pacientes son limitados. Al abordar un caso de oncología, es importante que seamos meticulosos con los detalles y que tengamos una buena planificación. Necesitamos tener una visión general clara de lo que estamos tratando y nuestras estrategias de tratamiento, para así poder adaptar nuestros planes a medida que el caso avanza, de esta manera no solo conseguiremos la mejor esperanza de vida posible sino la mejor calidad de vida.
Y como siempre ya sabes, si necesitas ayuda con tus pacientes, no dudes en consultarme sobre el servicio de oncología para ver si puedo ayudarte.